Alfonso VI incorpora Madrid a sus dominios entre los años 1083 y 1085. Ambas fechas han sido barajadas por historiadores que se han encargado de descifrar los orígenes de la villa cristiana, pero hay que inclinarse por la de 1085, ya que a pesar de leyendas varias, la villa no sería conquistada por las armas, sino cobrada por capitulación tras caer Toledo. En 1095 Madrid ya es citada documentalmente.
Hipótesis del Madrid árabe |
Como muchas otras poblaciones castellanas, Madrid se constituye en comunidad de Villa y Tierra, siendo esta última una suerte de provincia sobre la que ejerce jurisdicción administrativa y legal; los primeros y amplios límites de ésta son otorgados por Alfonso VII en 1152. El gobierno se ejerce desde la villa por un dominus Mageriti o justicia, representante del rey, y respecto al cual se tienen noticias desde 1189. A lo largo del siglo XIII el poder se irá traspasando a manos de los dos alcaldes - uno noble y otro pechero - que presiden el Concejo abierto. Sexmeros - representantes de la tierra -, fieles, quattuor, adelantados, fiadores... completan el cuadro del poder municipal, donde tienen parte importante los jurados de las collaciones o parroquias.
Alfonso VI a su llegada a Toledo |
En la vida medieval, los distritos parroquiales juegan papel relevante, porque también constituyen división de orden administrativo. Las parroquias madrileñas intramundas eran: Santa María de la Almudena (antes Mezquita Aljama), San Miguel de la Xagra, San NIcolás, Santiago, San Juan, San Miguel de los Octoes, San Salvador, Santiuste, San Pedro y San Andrés (antes templo mozárabe). Salvo la primera, todas se encontraban fuera del primer recinto. A ellas se unirán posteriormente otras en los arrabales.
Maqueta de la iglesia de Santa María la Real de la Almudena |
La ocupación cristiana determinó en un primer momento un declive de la actividad económica, patente en la inferior calidad de las cerámicas, y posiblemente un deterioro en los cultivos de irrigación, obstáculos que ya estarán superado en el siglo XIII. Pero Madrid seguirá con su tradición guerrera, ahora en sentido inverso, pues es concejo fronterizo que defiende la línea del Tajo contra los musulmanes. Asimismo, las huestes madrileñas participarán en incursiones contyra los vecinos territorios islámicos, pero la villa no se librará de serios sobresaltos, como la acometida de los almorávides, acampados en 1109 sobre el llamado Campo del Moro.
Iglesia Santa María la Real de la Almudena
La lápida representa en planta la localización urbana de la que fuera la principal parroquia de Madrid, Santa María de la Almudena. En este mismo lugar, la manzana entre las calles Mayor, Bailén y Almudena, se ubicaba este templo desaparecido, cuyos restos arqueológicos se encontraron en 1998 y se pueden contemplar en la cercana calle Almudena, junto a un monolito de caliza con placa explicativa. Se utilizó como base cartográfica el plano de 1769 de Espinosa de los Monteros. La lápida fue inaugurada el 19 de junio de 1983.
La iglesia parroquial de Santa María se conoce desde 1202, citada en el Fuero de Madrid, aunque los cronistas hablan de una antigua mezquita precedente. De traza románica, no varió sustancialmente hasta el siglo XVII, que se reforma profundamente, con actuaciones incluso de Teodoro Ardemans, y entre 1777 y 1780 de Ventura Rodríguez. Fue demolida en 1868.
La lápida es obra del arquitecto Joaquín Roldán.
En su parte superior y en bajorrelieve se dispone un fragmento de la cartografía de Madrid del año 1769 de Espinosa de los Monteros, donde aparece representada la planta de la iglesia de Santa María de la Almudena y el sector urbano adyacente en relieve, resaltando las manzanas construidas sobre el viario abujardado, con las siguientes inscripciones con letra manuscrita: C de la Almudena / C Mayor, así como los números de dichas manzanas. Bajo el recuadro se puede leer: PLANO DE 1769.
En la parte inferior se introduce, bajo una flor de lis, una inscripción incisa que reza: AQUI SE ALZO / -HASTA EL AÑO 1868- / LA PRIMERA IGLESIA DE MADRID / LLAMADA DE SANTA MARIA / LA REAL DE LA ALMUDENA / PATRONA DE LA VILLA / -- / 19 · JUNIO · 1983.
Está realizado de material pétreo, caliza, y sus dimensiones son 1,20 x 0,60 x 0,05.
Restos arqueológicos iglesia Almudena
Los restos arqueológicos corresponden a la que fue principal parroquia de Madrid, Santa María de la Almudena, situada en la manzana entre las calles Mayor, Bailén y Almudena. Se encontraron en el año 1998 con motivo de las obras de remodelación de las calles Mayor y Almudena incluidas en el convenio de rehabilitación del Área de la Calle Mayor, financiada por las tres administraciones, según dice la placa conmemorativa que acompaña tanto estos restos arqueológicos como la maqueta de la parroquia.
En el año 2000 la EMV proyectó el acondicionamiento de estos restos para su exposición posterior. En la placa se incluye, también, un gráfico en el que se diferencian los restos según épocas. Con motivo del mismo proyecto, se coloca, apoyada en la barandilla del recinto propio que protege los restos, una estatua masculina, en bronce de tamaño real, titulada Vecino curioso, del escultor Salvador Hernández-Oliva, en actitud de observación de los restos, inclinado sobre dicha barandilla.
La iglesia parroquial de Santa María se conoce desde 1202, en el Fuero de Madrid, aunque los cronistas hablan de una antigua mezquita precedente. De traza románica, no varió sustancialmente hasta el siglo XVII, que se reforma profundamente, con actuaciones incluso de Teodoro Ardemans, y entre 1777 y 1780 por Ventura Rodríguez. Fue demolida en 1868.
El Vecino Curioso
Figura masculina en pie, representando a una persona de edad madura, apoyado con las dos manos sobre la barandilla, con la pierna derecha cruzada sobre la izquierda, observando los restos de la antigua Iglesia de la Almudena. Esta anclado directamente sobre el pavimento, sin pedestal. En el pie derecho aparece inscrita la firma del escultor y dedicatoria: A mi amigo / Carlos / Salvador / 99, y el sello de la fundición: CAPA.
Con motivo de las obras de Urbanización e Infraestructuras del Eje de la Calle Mayor y dentro de los convenios de rehabilitación del Patrimonio Edificado y Urbano, firmados entre la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid en noviembre de 1996, se aprobó el proyecto de la musealización de las ruinas de la Iglesia de la Almudena. Se encargó al escultor Salvador Fernández Oliva la realización de una estatua en bronce, fundida en la Fundición Capa, para instalarla en ésta zona.
La figura representa El vecino curioso, nombre dado por el escultor, que apoyado sobre una barandilla observa los restos conservados de la mencionada iglesia.
Salvador Fernández Oliva, escultor español nacido en 1960, se tituló en Ingeniería por ICAI. Ha participado en las exposiciones de la Sala Julio González del Museo de Arte Contemporáneo en 1993 y en 1999 en la Galería Jovenart, obtenido en 1991 el Primer Premio Manuel Viola en San Lorenzo de El Escorial y en 1992 el Tercer Premio en Premio Ibercaja de Teruel.
Y para terminar esta entrada en la que Alfonso VI es puesto de relieve, un gran cuadro de historia en el que el monarca es protagonista:
La jura de santa Gadea" (1864), de Marcos Hiráldez de Acosta (1830-1896) |
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