lunes, 19 de enero de 2015

19 enero 1986 muere Enrique Tierno Galván, "el viejo profesor"

Nació en Madrid el 18 de febrero de 1918, cursando el bachillerato en el instituto Cervantes. Tras sus experiencias juveniles durante la Guerra Civil, en la que militó en el bando republicano, inició su carrera política como figura de la oposición al franquismo desde la Universidad. Durante los años cincuenta y setenta simbolizó el descontento primero y la rebelión después de parte de la comunidad universitaria.


Retrato de Enrique Tierno Galván, por Roberto Fernández Rofer

Doctor en Derecho, Doctor en Filosofía y Letras, Catedrático de Derecho Político desde 1948 hasta 1953 en la Universidad de Murcia, y desde 1953 hasta 1965 en la Universidad de Salamanca, fue en esta última donde aglutinó un núcleo de profesores y estudiantes, algunos de los cuales —como Raúl MorodoPablo Lucas o Fernando Morán— pasaron de discípulos a colaboradores políticos. Se le conocía también como el «viejo Profesor», alusión cariñosa con la que ya se le había bautizado.
Fue el primero en traducir el Tractatus de Ludwig Wittgenstein y realizó importantes estudios sobre la novela picaresca, la novela histórica y la sociología de masas. Hombre muy culto, escribió unas interesantes Acotaciones a la historia de la cultura occidental en la Edad Moderna (1964) y tradujo la obra fundamental de Edmund Burke, las Reflexiones sobre la Revolución Francesa. En Salamanca dirigió un Boletín Informativo del Seminario de Derecho Político que utilizó como plataforma de opinión, y creó una Asociación por la Unidad Funcional de Europa, de corta vida y con un ideario político que mezclaba el humanismo y el europeísmo y se decía socialista sin pertenecer por ello al PSOE. Por sus actividades políticas, sufrió el rigor de las cárceles franquistas en 1957.


Su prestigio político e intelectual queda consolidado en los años setenta, tras su confuso ingreso y expulsión de la Agrupación Socialista Madrileña —que, teóricamente, obedecía al PSOE histórico, cuya ejecutiva estaba afincada en Toulouse—. Se debió sobre todo, además de a su presentación como intelectual marxista no «escolástico», a su expulsión a perpetuidad (junto a otros catedráticos y profesores universitarios como José Luis López Aranguren y Agustín García Calvo) de las universidades españolas tras las protestas estudiantiles iniciadas en Madrid en 1965 contra de la dictadura franquista, protestas que él apoyó.


En 1966 se traslada a Estados Unidos donde fue profesor en la Universidad de Princeton (19661967), y se convirtió en el líder de la Federación Socialista en Madrid —también conocido como el «grupo de Marqués de Cubas», por su domicilio de actuación—, con el que buscaba liderar a todo el socialismo del interior. Tras una entrevista con Rodolfo Llopis en París en 1966, al regresar a España, en 1968, funda el Partido Socialista del Interior (PSI), que posteriormente, en 1974, pasó a llamarse Partido Socialista Popular (PSP). Ese mismo año, junto al Partido Comunista de España (PCE), el Partido del Trabajo de España (PTE), el Partido Carlista (PC) y numerosas personalidades independientes, formaría la Junta Democrática de España (JDE).

Enrique Tierno Galván entrega el Premio del Diario Pueblo a la vedette Susana Estrada

Durante la Transición, que le permitió volver a la Universidad española en 1976, tuvo que hacer frente a un PSOE refundado desde el interior por socialistas vascos, madrileños y sevillanos y liderado por Felipe González, quien le arrebató gran parte del liderazgo en el campo de la izquierda socialista. Los miembros de este partido le acusaban de confusionismo ideológico y oportunismo político en unos momentos en que las manifestaciones políticas de González y su grupo eran extraordinariamente radicales y antimonárquicas. La táctica del PSOE era, además, opuesta al aperturismo del PSP hacia el PCE, los monárquicos o Comisiones Obreras. Aunque Tierno reafirmó en el I Congreso del PSP en 1976 la línea marxista y revolucionaria de su formación política, no pudo competir con un PSOE apoyado, reconocido e incluso financiado por la mayoría de los partidos socialistas europeos, que seguían una línea socialdemócrata. En las primeras elecciones democráticas de junio de 1977, obtuvo el acta de diputado por Madrid, en las listas de la coalición Unidad Socialista, formada entre el PSP y la Federación de Partidos Socialistas, y que obtuvo seis diputados. En agosto de ese año, inteviene en resolver el secuestro de ocho rehenes por parte un miembro del GRAPO. Condenado a la marginación política por el PSOE, que vetó su participación en la redacción de la Constitución, Tierno aceptó la integración del PSP en el PSOE en abril de 1978, y con este partido volvió a salir diputado en 1979 y 1982. Elegido presidente honorario del PSOE como un reconocimiento a su prestigio y carisma en abril de 1978, abandonó ese cargo por discrepancias con la ejecutiva de González en 1979, entonces embarcada en el abandono del marxismo y la marginación definitiva del socialismo madrileño.


En las primeras elecciones municipales de la democracia (abril de 1979) se presenta a la alcaldía de Madrid. Aunque su partido no es el más votado (fue la UCD), una coalición con el PCE le da la alcaldía. Su popularidad como alcalde fue enorme, siendo reelegido en 1983 con mayoría absoluta, siendo, hasta la fecha, el único socialista en lograrlo. Su labor como alcalde suscitó una extraña unanimidad a su favor, que fue más allá de su filiación política y su fama traspasó las fronteras del país llegando a presidir la Federación Mundial de Ciudades Unidas. Madrid vivió en esos años un espectacular renacimiento de su vida cultural, artística y social, adormecida durante el franquismo, que se conoció como «movida madrileña» y que llegó a identificarse con la figura misma del «viejo Profesor» y su particular populismo, que conectaba tanto con la juventud como con la tercera edad. Murió en enero de 1986 en Madrid siendo alcalde y fue despedido por el pueblo de Madrid con una multitudinaria manifestación de duelo que colapsó la ciudad entera. Es muestra de su carisma irrepetible el que el PSOE madrileño no haya encontrado un sustituto a su altura desde entonces y haya fracasado en sus intentos de recuperar la Casa de la Villa en los años noventa. De sus abundantísimos trabajos políticos, jurídicos y ensayísticos destacan su libro de memorias Cabos sueltos y los célebres Bandos municipales redactados por él mismo, llenos de ingenio, fina ironía y gran talento literario, y de escasa practicidad. Según alguno de sus sucesores conservadores ha sido "el peor alcalde que ha tenido Madrid en democracia". Por otro lado, sus guiños al rock o a la movida madrileña fueron más una pose que un conocimiento o identificación real con los jóvenes o la cultura pop. De hecho fue muy criticado por algunos rockeros de la época como Loquillo.



Durante sus casi siete años de mandato, llevó a cabo importantes reformas, entre las que destacan:
  • Demolición del paso elevado para automóviles, popularmente conocido como Scalextric por similitud con la pista de coches de juguete, que se hallaba situado en la Glorieta de Atocha. Esta construcción, de alto impacto estético, fue sustituida por un subterráneo.

  • Reordenación del mapa administrativo de la ciudad, que hace pasar a Madrid de dieciocho juntas de distrito a veintiuna.

  • Reedificación de varios barrios, especialmente en las zonas de OrcasitasVillaverde y Vallecas. Estas zonas estaban muy afectadas por el problema del chabolismo desde la década de 1960, y las infraviviendas de una planta fueron sustituidas por bloques de pisos modernos.

  • Plan de saneamiento integral de Madrid, su obra más importante, aunque no tan famosa, que limpió las aguas residuales de Madrid. Se colocaron entonces patos en el Manzanares como símbolo del agua limpia.

Con estas y otras actuaciones alcanzó una gran popularidad. Escribió un interesante libro de memorias, Cabos sueltos (1981), en una prosa culta e irónica excelente. Sin embargo, algunos autores le acusaron, después de investigar la verosimilitud del personaje que se había hecho construir como «Viejo Profesor», de desfigurar su propia trayectoria personal. Se considera como continuación de Cabos sueltos a la obra Atando cabos del jurista Raúl Morodo, colaborador de Tierno desde la época del PSP.


En cualquier caso, se ganó el afecto de los madrileños con sus humorísticos y bien escritos Bandos municipales y con iniciativas que cuidaban los pequeños detalles como devolver los patos al Río Manzanares y las flores a los parterres públicos, incluso entre los jóvenes, al apoyar la llamada Movida madrileña. Falleció en su ciudad natal el 19 de enero de 1986. 
Su entierro, el día 21 de enero de 1986, se convirtió en una de las concentraciones más numerosas de las ocurridas en la capital de España.


Enrique Tierno Galván en Madrid

Parque Enrique Tierno Galván, en la plaza, frente al Planetario


La obra, promovida por la Federación Regional de Vecinos y realizada por el escultor madrileño Francisco López, se encuentra ubicada en uno de los lugares principales del parque dedicado a la memoria de este conocido personaje de la historia de Madrid. 




En principio, la inauguración de la estatua, financiada por suscripción popular, estaba prevista para junio de 1987, pero problemas producidos por la indisposición de su viuda retrasaron el acto inaugural hasta el 15 de mayo de 1988. 




Estatua realista del alcalde Enrique Tierno Galván que aparece representado de pie, vestido con traje y en actitud de leer uno de sus conocidos bandos, sosteniendo un papel en su mano derecha y gesticulando con el brazo izquierdo. El rostro del "Viejo Profesor", como se le denominaba, sobre el que destacan sus características gafas, en posición frontal, serio y a la vez sereno, amable e inteligente, conformando una de las imágenes más difundidas y populares del personaje. 




La obra está firmada en la parte posterior, sobre la plataforma rectangular de base, con la siguiente inscripción grabada en letras incisas: Fco López 1988.



Placa conmemorativa en la Plaza de Andrés Martínez, 18


Placa conmemorativa, en memoria del alcalde Enrique Tierno Galván, realizada por suscripción popular entre los vecinos de Vicálvaro y colocada en septiembre de 1986, ocho meses después del fallecimiento del edil. Placa rectangular de bronce, con relieve en medio perfil del busto del Alcalde Enrique Tierno Galván y con una inscripción alusiva. Se encuentra superpuesta sobre una lápida de mármol, a la que se une mediante cuatro clavos de bronce con cabeza en forma de punta de diamante.



Lápida conmemorativa en el Parque de la Amistad


El monumento fue erigido en 1987 en el Parque de la Amistad, inaugurado el 3 de abril de 1983 sobre terrenos anteriormente ocupados por chabolas. La iniciativa correspondió a la Junta Municipal de Mediodía y a la Asociación de Vecinos de Villaverde Este, que pretendían rendir homenaje al alcalde promotor de la obra.




La lápida conmemorativa, de bronce y forma rectangular, tiene como soporte un monolito de granito sin pulir, con forma de prisma rectangular biselado en la parte superior. Este elemento de soporte presenta las siguientes dimensiones: 1,60 x 0,60 x 0,55 m (0,32 en el bisel) y 2,3 m de perímetro. En su parte baja se inserta una placa secundaria también de bronce.



Monumento a Enrique Tierno Galván, Parque Villarrosa




Monumento conmemorativo del parque de Villarrosa, ubicado en su zona más elevada, que fue erigido en memoria del alcalde Enrique Tierno Galván, bajo cuyo mandato se inauguró en 1983 la fase inicial del recinto. Como consecuencia de su fallecimiento en enero de 1986, Enrique Tierno no pudo ver finalizado el segundo periodo de las obras, concluidas definitivamente en 1987. El diseño original del monumento se debe al artista albaceteño Juan José Gómez Molina, que trabajó en colaboración con el arquitecto Francisco Rodriguez de Partearroyo.



Monumento conmemorativo, con claras referencias postmodernas y de carácter marcadamente conceptual y arquitectónico, dedicado a la memoria del fallecido alcalde Enrique Tierno Galván.


La obra consta de tres elementos fundamentales: una gran plataforma escalonada de planta semicircular, realizada sobre una estructura de hormigón con solado de pizarra, que se concibe como un mirador desde el cual se puede contemplar el llano donde se encuentran la ría y el templete; una construcción pétrea contigua, de forma cuadrada y aspecto ruinoso, que en dos de sus lados presenta un muro en ángulo recto, realizado con sillares de pórfido cuarcífero, sensiblemente inclinado y atravesado por tres grandes puertas rectangulares; y una esbelta columna granítica, de apariencia pseudodórica, que acoge sobre su pedestal cilíndrico un bajorrelieve en bronce, a modo de medalla, con la efigie del alcalde de perfil. Originalmente, este relieve estaba acompañado por una placa metálica, hoy desaparecida. El pavimento del recinto cuadrangular, también de pizarra, se encuentra divido en cuatro cuadrantes; en uno se levanta la mencionada columna y en otro, sobre el eje diagonal, un olivo como símbolo de la Paz. En el dintel granítico de cada una de las tres puertas aparecen grabadas sendas palabras en caracteres falsamente griegos, concretamente LOGOS, UTOPÍA y POLITEIA, en alusión a la vida pública del alcalde homenajeado.


El conjunto ofrece la imagen de un destacado hito visual, inspirado directamente en las arquitecturas y monumentos que suelen acompañar los jardines paisajísticos.



Escultura en el Parque del Retiro




Se trata de un homenaje de los libreros madrileños. Gran reformador y muy popular, Enrique Tierno Galván, fue promotor de la renovación e impulso de la Feria del Libro de Madrid, trasladándola al Parque del Retiro, lo que explica el tributo agradecido de los libreros al alcalde a su muerte, en mayo de 1986, levantando el monumento en una zona inmediata al paseo donde se celebra este ya tradicional acontecimiento primaveral, aun cuando su situación lateral pasa totalmente desapercibida.




Se trata de un bloque prismático, de sección trapezoidal, el cual soporta la escultura de un gran libro abierto por la mitad, de carácter figurativo y aspecto antiguo. En el lateral derecho de la escultura y parte inferior se señala en letras incisas la firma del autor y la fecha: FERRER 86.

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