El
Pedestal es un prisma cuadrangular de distintos materiales; el cuerpo inferior
de granito de base octogonal sobre el que descansan varias molduras, la
inferior con motivos geométricos; a continuación otra con triglifos y la
superior de hojas de laurel. El cuerpo central es de arenisca y lleva en la parte
delantera una lápida en mármol con los escudos enlazados de las Armas Reales y
de la Villa sobre cartela timbrada de Corona Real cerrada.
En la parte
posterior lápida con inscripción con letras sobrepuestas en bronce: LA REINA
DOÑA ISABEL II / A SOLICITUD DEL / AYUNTAMIENTO DE MADRID / MANDO COLOCAR / EN
ESTE SITIO LA ESTATUA / DEL SEÑOR REY / DON FELIPE III / HIJO DE ESTA VILLA /
QUE RESTITUYO A ELLA / LA CORTE EN 1606 / Y EN 1619 HIZO CONSTRUIR / ESTA PLAZA
MAYOR / AÑO DE 1848.
En
los laterales aparecen sendos relieves en caliza de Colmenar, con las armas y
pertrechos de los turcos en el lado derecho y los de Holanda en el izquierdo. Este
cuerpo se remata por la parte superior con un friso con decoración vegetal y
sobre otro con ovas.
La
estatua llegó a Madrid en 1616, acompañada de Andrés Tacca, hermano del
escultor, encargado de presentarla al monarca junto a un Crucifijo de bronce,
para el Monasterio de El Escorial, y de su cuñado, Antonio Guidi, responsable
del traslado y de la colocación sobre el pedestal. Fue
entregada a Gómez de Mora, como arquitecto Mayor de Palacio, y se depositó en
el jardín del Alcázar hasta el 2 de enero de 1617 donde se instaló delante del
palacete de la Casa de Campo, en los jardines de El Reservado. En
1809, José Bonaparte, residente en el Palacete, solicitó a Villanueva su
traslado al Salón del Prado, pero éste no se llevó a efecto por los altos
costes que ello conllevaba. En
1841, Aróstegui, Procurador Síndico del Concejo, propuso el ajardinamiento de
la plaza de la Constitución y la instalación de la estatua de Felipe IV, traída
desde El Retiro, para lo que se crea una Comisión de Obras que no aceptó la
propuesta, pero intercede para que se instale en la plaza de Oriente, con el
visto bueno del Ayuntamiento. Es
en diciembre de 1846, cuando Mesonero Romanos junto a cinco concejales,
solicitan a la Casa Real la instalación de la estatua de Felipe III en la Plaza
Mayor, ya que bajo su reinado se construyó la misma.
La aprobación de la reina Isabel II tiene fecha de 13 de abril y el 28 del
mismo mes el Ministro de Gobernación comunica al Alcalde dicho consentimiento,
reservándose para sí y sus sucesores la propiedad absoluta de dicha estatua
. El
Ayuntamiento encarga al arquitecto Juan José Sánchez Pescador el pedestal y
escalinata así como el desmontaje y el traslado desde la Casa de Campo; el
coste total alcanza la cifra de 367.558 reales.
El
trabajo de los bajorrelieves, escudos y lápida fue un encargo municipal al
escultor Sabino de Medina y la leyenda de la lápida no se aprobará hasta enero
de 1849. Con
la revolución de La Gloriosa de 1868, se trasladó a los almacenes de la Villa
y allí estuvo hasta que el Ayuntamiento en 1874 dispuso su traslado al centro
de la plaza. Con
la proclamación de la Primera República en 1873, se desmontó del pedestal y se
trasladó a los Almacenes de la Villa. Aunque se propusieron dos nuevas
ubicaciones una en el Museo Arqueológico y otra en el Patio del Palacio Real,
finalmente no se llevaron a cabo. El
Gobierno republicano propuso sustituirla por una Alegoría conmemorativa de los
Mártires del 7 de julio de 1822, pero no se llevó a cabo y finalmente en 1875 se
volvió a instalar en su primitiva ubicación. En
1889, Segismundo Moret, presidente del Congreso, propuso colocar en su lugar un
monumento alegórico a la Constitución, obra de Juan Vencell, que tampoco llegó
a realizarse. Al
proclamarse la Segunda República, el 14 de abril de 1931, alguien introdujo en
la boca del caballo unos petardos, lo que produjo varios desperfectos, por lo
que en 1934 fue restaurada por el escultor Juan Cristóbal, quien procedió a
cerrar la boca del caballo. En
mayo de 1970, y por las obras del aparcamiento subterráneo de la Plaza, se
trasladó de nuevo la estatua al Parque de El Retiro, al jardín de las Estufas,
hasta el 5 de junio de 1971, fecha en la que vuelve a su primitiva ubicación.
Réplica del Monumento de Felipe III en el Parque de Atracciones de Shima (Japón) |
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