En 1824, Fernando VII creó la Policía en nuestro país y le otorgó la potestad exclusiva para crear padrones que incluyeran edad, sexo, estado, profesión, y naturaleza del vecindario. Ésta fue su primera atribución, competencia que se ha mantenido hasta la actualidad y que ha vinculado históricamente al Cuerpo Nacional de Policía con el carné de identidad.
La creación de un nuevo documento se puso en marcha a través de un decreto el 2 de marzo de 1944, para tener más y mejor controlados a los españoles.
Cédula de vecindad de 1868 |
Para el diseño del primer DNI se convocó un concurso público, que fue ganado por D. Aquilino Riusset Planchón, recibiendo un premio de 30 000 pesetas de la época.
El abuelo del D.N.I fueron las cédulas. Antes de la Guerra Civil, algunos ayuntamientos empezaron a emitir "Cédulas personales". Unas con foto y otras sin ella, y con datos variables |
La iniciativa de crear un DNI partió del general Franco, pese a lo cual tuvo que esperar hasta 1951 para estrenar su propio carné de identidad.
Modelo del primer DNI, 1951 |
Los primeros obligados a formalizarlo fueron los presos y los que permanecían en libertad vigilada. En segundo lugar, el personal masculino que por su profesión o negocio mudaba con asiduidad de domicilio. En tercer lugar, los varones residentes en ciudades de más de 100.000 habitantes. Luego, los hombres en localidades entre 25.000 y 100.000 habitantes, después las mujeres que viajaban por motivos de trabajo y así sucesivamente hasta completar con los años el conjunto de la sociedad.
Imagen con los siete modelos de DNI existentes hasta la fecha |
Zaragoza fue la primera capital de provincia donde se expidió el DNI. El ensayo se extendió posteriormente a Valencia, y de allí se propagó al resto de las urbes hasta completar 59 equipos fijos distribuidos en todas las ciudades excepto Navarra.
Tarjeta de Identidad de 1915 |
Desde un principio, y con un método aún vigente, los números del DNI se asignaron por lotes a los equipos de expedición. Así, cada comisaría o equipo móvil que tramita el DNI, cuenta con un margen suficiente de números libres. Si agota ese cupo, se le otorga un nuevo lote, no necesariamente correlativo al anterior.
Reportaje sobre la introducción del DNI |
El número uno se lo adjudicó para sí Francisco Franco Bahamonde. El segundo llevaba el nombre de su mujer, Carmen Polo y Martínez Valdés. Para su hija Carmen Franco y Polo fue a parar el número tres. Del cuarto al noveno han quedado vacantes. Del 10 en adelante y hasta el número 99, se bloquearon para la Familia Real Española. El número 10 se le asignó al rey Juan Carlos I, el 11 para Doña Sofía de Grecia, el 12 para la Infanta Elena y el 14 para la Infanta Cristina. El número 13 quedó sin usar debido a la superstición. El DNI del rey Felipe VI luce el número 15.
Modelo de DNI actual |
Un total de siete tarjetas con diferentes diseños han servido de soporte al DNI. La primera data de 1951 e incluía los datos de filiación, profesión, empleo o cargo. De color verde, adjuntaba el águila imperial característica del régimen franquista. Además se señalaba la categoría del sujeto en arreglo a su economía. La segunda llegó en 1962 e incorporaba estado civil y grupo sanguíneo. Su color azul respondía al tono corporativo de la Policía. Desaparece el sexo del sujeto. El siguiente formato llega en 1965 y se expide hasta 1980. Ha sido una de las tarjetas más longevas y populares. Se mantuvieron los mismos datos y únicamente se suprimió la firma del director del equipo que expedía el carné. Las variantes más significativas del cuarto modelo de DNI, con una vigencia desde 1981 a 1985, fueron la inclusión del escudo constitucional y la supresión de las categorías. Se incluye de nuevo el sexo del ciudadano. En el siguiente modelo (1985-1991), se descartan la profesión, el estado civil y el grupo sanguíneo, ya que en ocasiones provocaba errores médicos. En la década de los 90 se idearon unos modelos realizados mediante tecnología informática. La histórica huella dactilar desapareció y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre se encargó de su fabricación. El DNI actual adjunta un chip que agiliza los trámites con la Administración e Internet.
Fábrica Nacional de Moneda y Timbre |
¿Hasta después de la muerte?
¿Qué ocurre con nuestro número de identidad una vez morimos? ¿Es cierto como dicen las malas lenguas que las personas con números bajos tienen el número de un muerto? El Documento Nacional de identidad nace y muere con nosotros. Explican desde la Unidad de Documentación que los números se otorgan por lotes a cada equipo. En principio, cuentan con un amplio conjunto de números sin asignar y si los terminan se les aporta un nuevo lote, no necesariamente correlativo al anterior.
Entonces, ¿cómo explicar los números bajos? Lo que ocurre, explican desde la Unidad de Documentación, es que «no se utilizan todos» y cada cierto tiempo «se recuperan los restantes». Afortunadamente el Documento Nacional de Identidad es personal e intransferible incluso después de la muerte.
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