El incendio que el 15 de marzo de 1995 devastó el interior del Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid fue intencionado. Ésta es la conclusión a la que llegaron los especialistas de la policía científica encargada del desescombro, según fuentes de la investigación. La principal prueba reside en los denominados "elementos aceleradores" del fuego -combustible- descubiertos bajo los escombros y que facilitaron la espectacular propagación de las llamas en uno de los foros más seguros de España (en 1989 albergó la cumbre comunitaria y el 28 de mayo será de nuevo el centro de difusión de los resultados electorales). Las sospechas sobre la intencionalidad del siniestro surgieron el mismo día del incendio, según fuentes cercanas a la policía científica. Esta duda se basaba en la rapidez con que se propagaron las llamas, la elección de la hora -al final de la mañana, con el edificio casi vacío de funcionarios- y, sobre todo, en el hecho de que el moderno sistema anti-incendios estuviese desconectado cuando se desató el fuego en el interior.
Fachada principal Palacio de Congresos |
El efecto del incendio fue devastador. Las llamas, según los informes de los servicios de extinción, avanzaron durante dos horas sin que nada las detectase. La primera alerta corrió a cargo de una telefonista que olió a quemado y vio salir humo del techo de la anteplanta. Eran las 14.50 En menos de media hora, y sin que los bomberos pudiesen evitarlo, el techo del escenario se derrumbó y uno de los auditorios acabó calcinado. También quedaron arrasadas cuatro plantas de oficinas -especialmente la tercera y la cuarta- de la fachada norte.
El Palacio de Congresos de Madrid
fue inaugurado oficialmente el 1 de junio de 1970 por el entonces Príncipe de
Asturias D. Juan Carlos de Borbón, con motivo del VI Congreso Mundial de
Minería. Dos años antes la parte más oriental del edificio había iniciado su
funcionamiento albergando su primera exposición “Así es la electricidad”
organizada por la Asociación Española de la Industria Eléctrica.
El edificio es obra del
arquitecto Pablo Pintado y Riba (1924-2007) cuyo proyecto fue el ganador de una
convocatoria a la que se presentaron un total de 16 candidaturas. El éxito de
su proyecto radicó fundamentalmente en la novedad de que suponía la concepción
de dos escenarios contiguos y opuestos que podían utilizarse conjunta o
independiente.
Recepción |
En 1980 se instaló en el frontis
de su fachada principal el mural de Joan Miró, que con 7.056 piezas cerámicas
de veinte por treinta centímetros realizadas por Joan Gardy Artigas, y una
superficie total de 550 metros cuadrados se convirtió en el segundo más grande
del mundo, después del de la ciudad alemana de Wiesbaden, proyectado también
por Miró. El descubrimiento de la placa conmemorativa tuvo lugar el 5 de agosto
de 1980, y contó con la presencia del propio artista, que con 87 años viajó a
Madrid a recibir un triple homenaje: ver colocada su obra, legar su nombre a la
plaza anexa a la fachada principal del Palacio, y recibir de manos del rey D.
Juan Carlos la medalla de oro de las Bellas Artes.
Vestíbulo |
La celebración de la Conferencia
de Seguridad y Cooperación en Europa entre 1980 y 1983 fue un punto de
inflexión en la historia del Palacio de Congresos, tanto por su duración y
relevancia histórica como por el esfuerzo de remodelación y acondicionamiento
que supuso la adecuación de sus instalaciones a los requerimientos de la
Conferencia.
Vista interior con el Santiago Bernabeu al fondo |
En 1989 el Palacio de Congresos
de Madrid fue nuevamente centro de atención internacional con la celebración de
la clausura de la Presidencia de España de la Comunidad Económica Europea que
tuvo lugar durante el primer semestre de ese año. Durante ocho meses las
instalaciones del centro fueron renovadas y adaptadas para la celebración de
los actos de clausura, así como para todos los congresos, conferencias y
exposiciones que demandaban la utilización del Palacio durante todo el año. El
15 de marzo de 1995 tuvo lugar un incendio que destruyó un tercio de la
superficie del edificio. A pesar de ello, muy poco tiempo después, la actividad
del Palacio volvió a la práctica normalidad.
Zona de trabajo |
En la actualidad, el Palacio de
Congresos de Madrid se encuentra en la élite de los centros de congresos del
Mundo, apostando firmemente por sus tres ventajas competitivas: ubicación en
pleno centro financiero de la ciudad; polivalencia de sus instalaciones, con
auditorio, salas de reuniones, y diversas áreas de exposiciones y zonas
auxiliares; y experiencia, pues no en vano desarrolla una actividad que ronda
los 200 eventos anuales desde hace casi 40 años.
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