Una vez
conseguida la sumisión de la villa, los reyes hicieron su entrada oficial en
Madrid el 1 de marzo de 1477, tras dos días de camino desde Toledo —ciudad a la
que habían llegado con un deslumbrante despliegue de fuerza—, con escalas
intermedias en Olías del Rey, Illescas y Getafe. La pacificación total
del reino comenzaba a ser una realidad, y Fernando e Isabel buscaban contactos
personales con el arzobispo de Toledo tratando de mejorar sus frías relaciones
con él.
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Aspecto actual de la Plaza de la Paja, lugar de ubicación del Palacio de los Lasso de Castilla |
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Solar que ocupaba el antiguo Palacio |
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Placa conmemorativa |
No se
conservan las actas concejiles de este periodo, pero la tradición insiste en que
los reyes se alojaron en las casas de don Pedro de Castilla, situadas en el
frente occidental de la plaza de la Paja y que tenían tribuna propia en la
iglesia de San Andrés, a la cual se accedía por un pasadizo volado sobre la
costanilla de igual nombre; dichas casas fueron ampliadas y reformadas hacia
1499 por su hijo don Pedro Lasso. Durante su estancia, los monarcas dictaron
una provisión fechada el 15 de abril acerca de los repartimientos que podían
hacerse en la villa de Madrid, y presidieron una junta de la Santa
Hermandad en la que se decidió prorrogar por tres años la vigencia de la
institución.
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Referencia al antiguo voladizo de Palacio |
Además,
planearon las acciones que llevarían a cabo en los próximos meses: Fernando
volvería a cruzar la sierra madrileña para activar la rendición de las
fortalezas aún rebeldes de la meseta central, e Isabel se dirigiría a
Extremadura para someter la región e impedir a las tropas portuguesas cruzar la
frontera. Así las cosas, abandonaron la villa madrileña alrededor del 20 de
abril: Fernando marchó hacia Medina del Campo, haciendo escala el día 25 en
Martín Muñoz de las Posadas, e Isabel tomó el camino de Trujillo, pasando el 23
por Talavera de la Reina.
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Dibujo del Palacio de los Lasso de Castilla |
Durante sus
casi cuarenta y dos años de reinado —incluidos en éstos los correspondientes a
las regencias de Fernando—, los Reyes Católicos residieron en la villa de
Madrid un total de algo más de mil días, repartidos en catorce estancias de
duración variable: cuatro días las más cortas y alrededor de ocho meses la más
prolongada.
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Los Reyes Católicos en pintura de Antonio Sala Francés. 1889 |
Fuente: Anales del Instituto de
Estudios Madrileños, tomo XXVIII, páginas 535-553, C.S.I.C. Madrid 1990
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